BUCEO: ¿aventura, deporte, búsqueda?

Hoy, con los tantos equipos, tecnologías y abundante información accesible en internet, cada submarinista o buzo, tiene dos posibilidades que en su extremo son:

  • Puede actuar como un visitante responsable, interesado, educado y cuidadoso
  • Puede transformarse en un irresponsable gamberro tecnologizado. Son numerosas, demasiado numerosas, las formas en que lo puede hacer. Por ejemplo localiza y captura con evidente ventaja la presa. Extrae con comprada y banal facilidad todo tipo de organismos del fondo, las costas  y los arrecifes. Localiza un pecio (barco hundido) y de manera vandálica lo degrada. Dinamita un arrecife para extraer unos pocos pescados muertos y deja tras de si un fondo-cementerio.

Es muy tenue la línea divisoria entre la aventura, el heroísmo o la irresponsabilidad del miope tecnócrata que solo pretende volver a la oficina a contarle a sus pares sus aventurillas con escafandra…. y aquel que trata de responsablemente ser fiel nuestra tradición de ser cazadores-recolectores, pero sin pisotear su y nuestro futuro.

Nada extraña que en algunos países está prohibido el uso de escafandras para la pesca submarina pues el pescador tiene demasiadas ventajas sobre la presa. Un ejemplo de la “eficiencia” de la pesca submarina para devastar un área, es la actual escasez de presas en el Mediterráneo, una de las zonas donde con más intensidad se ha practicado el submarinismo con tanques.

Hoy en día se debe proponer y buscar activamente, que las actividades de submarinismo sean cada vez mas conservacionistas, por lo que se debe impulsar el buceo responsable, conocedor, contemplativo, la fotocaza o toma de fotografías submarinas, la toma de videos y películas que propongan e impongan educación, todo enmarcado por intelientes regulaciones para que se efectúe un submarinismo ético.

En países del Caribe, desarrollar a profundidad estos conceptos pueden ser la clave de la sostenibilidad de sus economías, asentadas sobre el turismo, y éste ofreciendo los tours o actividades de buceo como uno de los productos centrales de la economía de pequeños países insulares y tropicales.

Hablamos de un turismo responsable  alejado de la burda aventura y de ligerezas como coleccionar souvenirs que duran en un armario el tiempo de un capricho. El turismo en general, debe ser cultural, enmarcado en parámetros de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El buceo, debe ser imprescindiblemente responsable.

BUCEO RESPONSABLE

Es un gran malgasto y una irresponsabilidad colosal, no insistir ahora en exponer claramente a los miles de miles de buzos profesionales, deportivos o simples submarinistas y turistas de playa, la situación que existe bajo el mar. No se trata de convertir su viaje o cada inmersión en una clase de Ecología o una serie de arengas ambientalistas. Pero no se debe permitir que a los viajeros y a los buzos-turistas se les den explicaciones banales, ligeras, “light”, y que todo sea una aparente aventura o diversión, ocultando por completo la tragedia en ciernes en el Mundo del Silencio. El mar no puede ser el escenario de unas aventurillas vacacionales, cuando en su seno están pasando cosas tan complicadas y transcendentales.  Hay que destacar que la contaminación de los mares, la pesca submarina indiscriminada, el buceo incontrolado o lo que es peor, la acción de algunos piratas dinamiteros de las profundidades o coleccionistas que envenenan los arrecifes de coral para colectar unos pocos ejemplares, están causando grandes estragos entre los ecosistemas y organismos marinos. Un buzo irresponsable puede destruir con gran facilidad lo que se perfilo en millones de anos. Puede introducirse en cuevas antes inaccesibles para extraer unas pocas pero valiosas ramas de coral negro. Puede casi dejar desierta una zona al pescarla sin ninguna noción de su ventaja. Algunos “arqueólogos” irresponsables pueden practicar el robo de piezas arqueológicas enterradas y así deteriorar pecios (barcos hundidos) que pudieran haber aportado más datos a la arqueología submarina y a la cultura. Sin embargo, hay que señalar que la mayoría de los buzos, tienden a comportarse con una consciencia ambientalista de manera natural: la impactante belleza distinta y silenciosa de los fondos marinos, y en especial de los arrecifes de coral.

PESCA RESPONSABLE

La actividad pesquera es una de las formas con la que el ser humano o la civilización se ha relacionado más largamente con el océano. La pesca deportiva submarina es practicada hoy por millones de personas, unos lo hacen de forma incidental y los menos como una práctica cotidiana. Hay quien lo hace tomándolo como un pasatiempo de fines de semana o de vacaciones, mientras que para otros es un hobby por el que pueden apasionarse y para el que pudieran destinar grandes sumas de dinero y cada minuto libre de que dispongan. Pero se puede decir que la pesca deportiva ha dejado de ser solo obra del ingenio del propio pescador. Ha nacido una industria y comercio que lo suple cada día con una mayor diversidad y calidad de productos y servicios, entre los cuales se encuentran artes y equipos de pesca y navegación, embarcaciones, escopetas, taxidermia, complementados por la gran infraestructura turística. Si no se auto-impone un límite ético y moral, cada buzo-pescador puede ser una tromba en el fondo del mar.

VENDIENDO MENTIRAS.

Tal vez sea más fácil y comercial cerrar los ojos a lo que está sucediendo y concentrarse en ofrecer tours de buceo que consideran el fondo del mar como un mero escenario para turismo de aventura o para dar algunas informaciones incoherentes. Pero si para ello se seleccionan sus fondos aún bellos y atractivos y se ocultan los que están en muy mal estado, se esta cayendo en un engaño.   En mi criterio, es ético y económicamente necesario realizar estas actividades, pero solo si el buzo-guía  aporta al buzo-visitante datos de lo que fue y lo que puede ser el mar, si se toman medidas profesionales para la sostenibilidad de las actividades y se recalca que muchos sitios de buceo son los restos de lo que fueron grandes extensiones de jardines submarinos. Si no se le explica el cuadro general, entonces se le oculta al visitante que se le lleva por un acuario sin cristales. No es ético que, cobrando elevadas sumas (alrededor de $50-100 por día) sin mencionar nada del problema general que tienen los corales (entre otros, el llamado blanqueamiento de coral, por el que están muriendo) y sin hacer referencia tampoco los profundos cambios que están teniendo los  mares (por el calentamiento global?). Cuando se  guíe a turistas a bucear a áreas bajo una figura de Parque Nacional u otra forma de Área Protegida. ¿se trata de la visita a un zoológico sumergido? Conozco el caso de lugares donde se lleva a los buzos-turistas a puntos donde se han atraído a los peces con dispositivos de concentración, tales como estructuras artificiales en el fondo o tubos de carnada. Con ello, se le da una visión distorsionada de los fondos de los mares. Ello, no es ético. Es una falta de respeto llevar a buzos-turistas  a ver fondos de coral muertos, que como neófitos no pueden ver, sin hablar de que el 70% o mas de los fondos coralinos esta en muy mal estado, casi muriendo. Eso además de ser poco profesional, es inmoral.

AVENTURA, DEPORTE Y BUSQUEDA.

El buceo es un deporte náutico y es turismo de aventura. Pero es lógica y éticamente imprescindible que cada buzo-turista, este consciente de lo que está pasando. El enorme conocimiento acumulado es insustancial e inservible si se queda como una propiedad exclusiva de ciertos círculos académicos cerrados. No hacer nada o pretender que nada pasa, nos afectará mucho más. El ser humano que no es un especialista, no solo se merece una explicación, sino que la debe exigir de los especializados. Porque saber es poder. La actividad humana está cambiando la química del océano. Es una situación compleja. El buceo como forma de educación masiva, es otra vía para ir adelante en esta confusión.

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